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Vinaròs clama por el tramo Castelló-Tarragona del corredor Mediterráneo

Vinaròs clama pel tram Castelló-Tarragona del Corredor Mediterrani

“Sense Castelló-Tarragona, no hi ha corredor”. Así se anunciaba el acto celebrado el sábado en Vinaròs, en el espacio Vinalab, lleno por público que acudía a escuchar, representantes del mundo institucional, político, empresarial, sindical, universitario y comercial para reivindicar la finalización de este tramo del corredor mediterráneo. El acto, organizado por el Institut d’Economía i Empresa Ignasi Villalonga y por el semanario EL TEMPS, tenía el objetivo de exigir a las autoridades políticas la finalización de este tramo del corredor mediterráneo que tiene que unir Castelló y Tarragona, a estas alturas encallado, con la dificultad que implica para el funcionamiento ágil de los ferrocarriles de mercancías y para la competitividad del territorio.


El acto ha sido presentado por Enric Pla, alcalde de Vinaròs, la ciudad que acogía el acto, quien se sorprendía de “el olvido de las comarcas norteñas, a pesar de nuestra situación logística”. “La estructura del AVE ha perjudicado mucho el desarrollo de las estructuras del país”, decía, destacando que Vinaròs carece “de trenes, dispone de una AP7 todavía de pago y de una carretera nacional parada”. Pla, pero, mostraba confianza en el ministro de Fomento, José Luís Ábalos, y en el Comisionado del Gobierno Español por el Desarrollo del Corredor Mediterráneo, Josep Vicent Niebla, quien ha estado presente en el acto. “El ministro y el comisionado son valencianos y es una buena ocasión para que esto se impulse”.


Pocos proyectos generan tanto de consenso entre los distintos agentes sociales como el del corredor mediterráneo. Las palabras de María Dolores Guillamón, presidenta de la Cambra de Comerç de Castelló, eran una muestra. “Subscribo todo lo que han dicho quienes hablaban antes”. Ella, representante del empresariado, aprobaba las palabras de ponentes como por ejemplo Carlos del Barrio, Manel Nieto, Vicent Maurí, Joan Llort o Francisco Sacacia, representantes sindicales de Cataluña y País Valenciano, también presentes al acto.


Todos ellos, sindicalistas de UGT, CCOO e Intersindical, hacían hincapié en la cuestión social de corredor. Sacacia, secretario de comarcas Planes de Castelló de UGT, hacía hincapié en las dificultades de la población del eje Teruel-Castelló-Tarragona. “El tramo Teruel-Valencia está como hace 40 años”, decía, sin olvidar tampoco las deficiencias constantes que condicionan el AVE entre Castelló y Valencia. Joan Llort, secretario de comarcas del Camp de Tarragona de UGT, protestaba por el hecho que “los gobiernos incumplen sus compromisos”, refiriéndose a los presupuestos aprobados, pero no ejecutados. “Todavía hay quinielas de madera en las vías de transporte de mercancías, sólo un 30% de estas funcionan bien y a veces, estos trenes transportan productos químicos, con el peligro que esto comporta”, alertaba. Llort concluía, pesimista, que no creía que el 2020 estuviera finalizado el corredor. Precisamente, para este año la Unión Europea ha exigido que los ferrocarriles transporten un mínimo porcentaje de mercancías que, parece, al estado español no se logrará. Era el argumento de Carlos del Barrio, secretario de política sectorial i sostenibilitat de Comissions Obreres de Catalunya. Vicent Maurí, portavoz de Intersindical Valenciana, pedía tener en cuenta la incorporación de comunicaciones energéticas y de alta capacidad “para vertebrar el país y mejorar la renta de valencianos y valencianas”. Todo sin olvidar “el expolio fiscal que, de Cataluña, País Valenciano e Islas Baleares: con el corredor mediterráneo tenemos un ejemplo claro de cómo se dificulta esta vertebración”, lamentaba.
También estaban de acuerdo en el diagnóstico los representantes de las diputaciones provinciales. Juan Bautista Juan Roig, diputado del área de Coordinació i Carreteres de la Diputació de Castelló, hacía hincapié en la necesidad de “mantener la población, sobre todo en el territorio rural, y dar la oportunidad a que la gente se quede en el territorio. Esto es tender puentes, y los puentes los forman las infraestructuras”. Desde Tarragona, Quim Nin, alcalde de Albinyana (Baix Penedès) y diputado de Presidència de la Diputació de Tarragona, se preguntaba si “esto que ha sido capaz de hacer la sociedad civil, ¿seremos capaces de hacerlo desde el mundo político?”, decía a propósito del clamor ciudadano favorable al corredor mediterráneo, todavía insatisfecho desde las instituciones.


Si bien en el acto se mostraba pleno consenso en la necesidad de finalizar el proyecto y en el análisis de las cuestiones que la tropiezan, también había diferentes lecturas en cuanto a las posibles soluciones. “Quiero creer que los ministros tienen el convencimiento que hay que resolver la auténtica vergüenza de las comunicaciones entre Castelló y Tarragona”, decía Antoni Serra Ramoneda, presidente del Institut Ignasi Villalonga, al inicio del acto.
Una evidencia, la de la necesidad de finalizar el corredor mediterráneo, destacada incluso por Xi Jinping, presidente chino que hace unos días visitó oficialmente el Estado español. Tal como destacaba Josep Vicent Niebla, “en el discurso de Xi Jinping, la única infraestructura mencionada del Estado es la del corredor mediterráneo”, recordando también la figura de Ignasi Villalonga, que da el nombre al Instituto organizador del acto, que hace 100 años ya reivindicaba en su discurso la necesidad de crear el corredor. Una figura también recordada por Eliseu Climent, secretario del Institut Ignasi Villalonga, quien ha hecho balance de la trayectoria de la entidad, que está cerca de cumplir veinte años, y quienes también ha defendido el “sentido histórico” de la Eurorregión del Arco Mediterráneo.


Joan B. Casas, director del Instituto Villalonga, defendía también esta tesis con otra visión. “El corredor mediterráneo empieza en Algeciras y acaba en Europa, y Cataluña-País Valenciano es el núcleo duro de este espacio por su carácter económico”, decía para concluir que esta dualidad contiene las características de una región económica que “tiene que optimizar sus elementos de competitividad” y que “el corredor mediterráneo es un punto de partida” para satisfacer esta necesidad.


En este sentido se había expresado también anteriormente Quico Fernández, alcalde de Sagunt y vicesecretario de la Federació Valenciana de Municipis i Provincies. “Los valencianos y los catalanes son los principales clientes entre si, ¿por qué cuando hay que aplicar medidas no se ponen en práctica?”, decía refiriéndose, por ejemplo, a la liberación de la AP7 y también a la desconexión latente entre Valencia y Barcelona. “Hay una voluntad deliberada de perjudicar un territorio”, denunciaba, hablando del olvido del Estado en este sentido. “El corredor tendría que ser la inversión prioritaria del Estado”. Meritxell Roigé, alcaldesa de Tortosa y miembro ejecutivo de la Associació Catalana de Municipis, se quejaba, en este mismo sentido, de la “no ejecución de los presupuestos” y el mundo de la universidad, presente con representantes de la Universitat Jaume I de Castelló y la Rovira i Virgili de Tarragona, hacía referencia a la dificultad de los estudiantes del territorio que estudian en distintas facultades y que ven frenadas sus conexiones para acudir a los centros por la carencia de infraestructuras.


El acto lo ha cerrado el consejero valenciano de Economía, Rafael Climent, quien insistía también en la necesidad de “arreciar retos y proyectos conjuntos como por ejemplo el corredor mediterráneo”. “Nos podrían haber tenido mucho más en cuenta”, protestaba, refiriéndose a la gestión del Estado en esta cuestión. Isidre Gavín, secretario de Infraestructures i Movilitat del Departament de Territori de la Generalitat de Catalunya, alertaba que “hoy el corredor mediterráneo no es un caso de éxito, y si no aprendemos de los errores no acertaremos el camino, a pesar de que hay motivos para la esperanza, porque hay aspectos que se están corrigiendo”. Lamentaba, también, que el corredor haya sido prioritario para Europa y no para España, en cuanto que las infraestructuras que lo conforman ayudarían al Estado a mejorar su competitividad. Todo siempre destacando la voluntad del actual ejecutivo estado, en quien hay más esperanzas depositadas, según gran parte de los ponentes.


En definitiva, el enésimo clamor por la finalización de el corredor mediterráneo ha servido para dar importancia a la finalización del tramo que une Castelló con Tarragona. Un tramo central de la gran infraestructura que todavía queda lejos de ser finalizada, si bien la esperanza en que los ritmos se aceleran es presente. Un deseo, pero, que sólo llegará con la presión de los distintos agentes sociales y económicos, unánimes en cuanto a la priorización del corredor. Una esperanza también depositada en Europa. De hecho, el último turno del acto ha estado para el himno de la Alegría, representado por un trío de cuerda de la comarca formado por Marta Zapata, Ana Falcó y Santiago Romero.