Los trabajos sobre todo se centran en la consolidación de los muros y tareas arqueológicas para descubrir el pasado los primeros pobladores
El alcalde Guillem Alsina, acompañado por la concejala de Cultura, Anna Fibla, ha visitado el poblado íbero del Puig de la Misericòrdia para ver las nuevas excavaciones arqueológicas que han empezado esta misma semana. Se trata de la campaña anual que siempre se realiza al yacimiento para consolidarlo y sobre todo para descubrir nuevos hallazgos que ayuden a comprender mejor el pasado de los primeros pobladores de Vinaròs. Hay que destacar que en esta ocasión es el Ayuntamiento el encargado de asumir los gastos con la contratación de los peones, bajo la dirección del jefe del Servicio Provincial de Arqueología, Arturo Oliver.
Alsina ha destacado que "es importante trabajar para preservar el yacimiento porque forma parte de nuestra historia, además también de ser un importante recurso turístico". En este sentido, señalaba que en los últimos años estos trabajos han sacado a la luz importantes descubrimientos que han servido para comprender mejor la forma de vida de los íberos, al mismo tiempo que también se ha trabajado para preservar la estabilidad del poblado.
Por su parte, la concejala Fibla ha señalado que “desde Gobierno Municipal siempre apostaremos por la preservación del pasado y la realización de excavaciones al yacimiento íbero, porque ayudan a poner en valor el pasado de la localidad, al mismo tiempo que también suponen generar nuevos atractivos culturales y turísticos, tanto para los vecinos como para los visitantes”.
Los restos íberos del Puig de la Misericòrdia son unas de las importantes de la comarca del Baix Maestrat con más de 2.700 años de antigüedad, con algunos descubrimientos singulares, como por ejemplo, un pequeño taller que se usaba para crear pequeñas piezas de metal o un almacén que se incendió, dejando muchos restos, entre ellos vasos que contenían cereales y que ha ayudado a comprender mejor la dieta de los íberos.